Estos últimos meses en los que se han celebrado varias ferias del sector, he tenido la oportunidad de volver a encontrarme con amigos y clientes y también de presentar nuestra tecnología a nuevas empresas que no la conocían. Una de las respuestas que más me ha sorprendido por parte de algunas de ellas es la de “lo sentimos, vemos muy interesante lo que nos explicas pero lamentablemente no tenemos tiempo para incorporar nueva tecnología”.
Hay que entender que muchas veces no llegas en el momento adecuado para ofrecer cierto producto/servicio a una empresa, esto es así y debemos aceptarlo, pero el hecho es que reconocen que su sistema de trabajo no es satisfactorio, que requiere mucho tiempo y que precisamente debido a esta falta de tiempo, ¡no pueden hacer nada!. De esta forma, deciden mantenerse sin cambiar nada, lo que provocará a medio plazo ¡más carga de trabajo y menos productividad!
Realmente cuando existe una brecha de rendimiento (diferencia entre el rendimiento real vs rendimiento deseado/planeado), tenemos 3 opciones:
Añadir más gente (recursos)
Trabajar más duro
Mejorar el rendimiento
Las primeras dos opciones tienen costes elevados y no son sostenibles en el tiempo.
La manera más eficiente de mejorar el rendimiento en la empresa es a través de la incorporación de nueva tecnología.
La incorporación de tecnología nos aporta un ahorro económico, de tiempo y de recursos humanos, consiguiendo transformar la empresa pero sobre todo mejorando la productividad y la competitividad.
Así que, por favor, ¡no pensemos nunca que no tenemos tiempo para incorporar nueva tecnología!